En estos dos años, casi tres, en los cuales que me he dedicado completamente a la psicoterapia infantil, me ha pasado como pasó a un amigo pediatra: él no se capacitaba de cómo los otros médicos pudieran trabajar con personas que no fueran niños. Contaba que los bebés y niños le enamoraban tanto, que cada día concluía que todo el mundo tendría que hacerse pediatra. Yo ahora lo entiendo plenamente y lo aplico: precedencia absoluta a los niños, aunque claro, trabajar con un niño...
Reflexiones sobre psicoterapia infantil
Trabajar con niños y adultos con sus huellas perinatales
Un piccolo vademecum per colleghi italiani interessati scritto da una assistente sociale (e psicologa) emigrata